El pasado sábado día 21, con motivo del Día Mundial del Niño Prematuro, la
Dra. Mª Consuelo López Fernández, Residente de Pediatría, actualmente realizando
rotatorio en nuestro Centro de Salud, publicaba este artículo en el Suplemento
de Salud del periódico Información.
Día Mundial
del Niño Prematuro
En 2009, la OMS declaró el día 17
de Noviembre como Día Mundial del Niño Prematuro. Los niños
prematuros son aquellos que nacen antes de la semana 37 de edad
gestacional. Pero no es lo mismo un bebé que nazca a las 36 semanas
que ya es casi maduro, que uno que lo haga a las 27 semanas, por eso
diferenciamos: Prematuros extremos -los que nacen antes de la
semana 28-, muy prematuros -los nacidos desde la semana 28
hasta antes de la 32- y prematuros moderados -desde la semana
32 hasta antes de la 37-.
Se estima que en
el mundo nacen 15 millones de niños prematuros al año
(aproximadamente 1 de cada 10 nacimientos).
El bajo peso
ligado a la prematuridad es uno de los factores más determinantes en
la morbimortalidad neonatal. Por ello, ha sido tan importante la
investigación y la mejora en los cuidados neonatales, consiguiendo
reducir la mortalidad del 90% en los años 80 al 20% hoy en día,
además de mejorar la calidad de vida del bebé.
La causa principal
de parto prematuro son las enfermedades maternas (diabetes mellitus,
hipertensión arterial…). Del resto de causas cabe mencionar
(aunque parezca algo contradictorio) los avances que se han llevado a
cabo para tratar problemas de fertilidad, ya que pueden favorecer los
embarazos múltiples en los cuales es más probable que el parto se
desencadene antes de tiempo, así como el aumento de la edad materna
a la hora de quedar gestante, el tabaquismo e incluso una situación
socioeconómica desfavorable.
Las principales
enfermedades que afectan a los recién nacidos prematuros se deben a
la inmadurez generalizada que presenta su organismo, entre las que
podemos destacar los problemas respiratorios, neurológicos,
digestivos, infecciosos y sensoriales. Esta es la razón por la cual
es tan importante la estimulación precoz y el seguimiento estrecho,
a largo plazo, de estos niños mediante pediatras especializados que
aborden el tratamiento del niño desde un punto de vista global.
Sin embargo, el
tratamiento del niño prematuro no sólo es cosa del médico, ya que
los padres tienen el papel protagonista. Desde hace unos años se
lleva a cabo el programa canguro, que consiste en el contacto íntimo
piel con piel del niño con su madre. Con este método, además de
lograr calor humano, también se favorece la lactancia materna y se
lleva a cabo la estimulación sensorial y táctil precoz, ayudando a
construir un apego seguro. Por este motivo, en la mayoría de
unidades de neonatología no existen horarios de visita, pudiendo la
madre estar en contacto con su bebé de manera constante.
En resumen, los
avances en neonatología en los últimos años son muy importantes,
pero no sólo ha sido el avance técnico o equipos humanos de
neonatología cada vez más preparados los que han permitido la
supervivencia de bebés de menos de 1 kilo, también ha sido
importante el mimo y cuidado con los niños prematuros, con unidades
más silenciosas, protegidos de la luz y favoreciendo el contacto tan
cercano con sus padres.
Dra. María Consuelo López
Fernández. Residente de Pediatría HGU Elche
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